La movilidad sostenible es una de las prioridades del Gobierno Nacional, que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire en las ciudades. Para lograrlo, se han implementado diversas estrategias, como la promoción de los vehículos eléctricos, la electrificación de los sistemas de transporte público y el fomento de la infraestructura de carga.
Sin embargo, ¿están listas las estaciones de gasolina de Colombia para adaptarse a esta transformación y ofrecer servicios de carga eléctrica a los usuarios? Según el Ministerio de Transporte, el país cuenta con más de 5.000 vehículos eléctricos registrados en el RUNT y se espera llegar a 600.000 para el año 2.030.
Estas cifras implican un aumento en la demanda de energía eléctrica y, por tanto, en la necesidad de contar con puntos de carga accesibles y eficientes. Actualmente, existen alrededor de 300 electrolineras en Colombia, distribuidas en diferentes ciudades y carreteras. Sin embargo, este número es insuficiente para atender la demanda actual y futura.
Por esta razón, el Gobierno colombiano propone que las estaciones de gasolina instalen puntos de carga eléctrica, como una forma de diversificar sus servicios y aprovechar su ubicación estratégica. Así, se busca facilitar el acceso a la carga eléctrica y promover la movilidad sostenible en el país.
No obstante, para que esta propuesta sea viable, se requiere de una regulación clara y unos incentivos adecuados para los dueños de las estaciones de gasolina. Algunos posibles incentivos son: exenciones tributarias, subsidios, créditos blandos o certificados verdes. Además, se debe garantizar la calidad y seguridad del servicio, así como la interoperabilidad entre los diferentes operadores y proveedores.
La interoperabilidad se refiere a la capacidad de hacer compatibles y accesibles entre sí las redes de estaciones de carga instaladas y mantenidas por diferentes operadores. Para garantizarla, se requiere de acuerdos entre operadores de movilidad y plataformas de pago, así como de estándares comunes para los tipos de enchufes y los protocolos de comunicación.
Es clave tener en cuenta que la transformación hacia la movilidad sostenible en Colombia es un proceso que busca reducir el impacto ambiental y social del transporte, mediante el uso de medios alternativos, eficientes y limpios. Algunos de los beneficios de esta transformación son:
Mejorar la calidad del aire y la salud de la población, al disminuir las emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero que generan los vehículos convencionales.
Ahorrar recursos económicos y energéticos, al optimizar el uso del espacio público y fomentar el uso de fuentes renovables de energía.
Promover la inclusión social y la equidad, al facilitar el acceso a la movilidad para todos los sectores de la sociedad, especialmente los más vulnerables, y al generar oportunidades de empleo y desarrollo local.
Fortalecer la cultura ciudadana y la convivencia, al incentivar el respeto por las normas de tránsito, la seguridad vial, la participación ciudadana y la responsabilidad ambiental.
La transformación hacia la movilidad sostenible en Colombia requiere de un compromiso conjunto entre el gobierno, el sector privado, la academia, la sociedad civil y los ciudadanos, para diseñar e implementar políticas, planes, programas y proyectos que contribuyan a este objetivo.
En conclusión, las estaciones de gasolina de Colombia tienen un gran potencial para contribuir a la transformación hacia la movilidad sostenible, pero aún deben superar varios retos para adaptarse a las nuevas necesidades de carga eléctrica. Para ello, se requiere del apoyo del Gobierno, del sector privado y de la sociedad en general.
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