El futuro energético de Colombia: estaciones de servicio frente al reto de los vehículos eléctricos
- Gasolutions
- 3 sept
- 4 Min. de lectura
Estaciones de servicio en Colombia: adaptándose al futuro de la movilidad sostenible
Colombia atraviesa un proceso de transformación energética que redefine no solo la forma en la que producimos y consumimos energía, sino también la manera en que nos movemos. Uno de los cambios más significativos se da en el sector del transporte, impulsado por la llegada de los vehículos eléctricos (VE). Este fenómeno plantea interrogantes y oportunidades para un actor clave en la vida cotidiana de millones de personas: las estaciones de servicio en Colombia.

La transición hacia la movilidad eléctrica es inminente, pero no se trata únicamente de reemplazar un tanque de gasolina por una batería recargable. Supone un replanteamiento profundo de la infraestructura, la política pública y los hábitos de consumo. En este contexto, las estaciones de servicio deberán evolucionar y convertirse en centros energéticos multifuncionales que respondan a las necesidades de un parque automotor cada vez más diverso.
Panorama actual de los vehículos eléctricos en Colombia
En la última década, Colombia ha mostrado avances importantes en la promoción de la movilidad sostenible. De acuerdo con cifras del Ministerio de Transporte, la matriculación de vehículos eléctricos e híbridos ha crecido de manera sostenida, alcanzando niveles récord en los últimos tres años. Este crecimiento responde a incentivos tributarios, exenciones de pico y placa y al interés de empresas y ciudadanos por reducir su huella de carbono.
No obstante, el éxito de esta transición no depende solo del número de automóviles eléctricos vendidos. La verdadera clave está en el desarrollo de una red robusta de estaciones de carga, que deben coexistir y, en muchos casos, integrarse con las estaciones de servicio en Colombia.
Retos para las estaciones de servicio tradicionales
Las estaciones de servicio en Colombia han sido durante décadas el pilar de la movilidad basada en combustibles fósiles. Sin embargo, los vehículos eléctricos no requieren gasolina ni diésel, lo que obliga a repensar el modelo de negocio de este sector.
Los principales retos son:
Inversión en infraestructura: Instalar cargadores eléctricos de distintas potencias (lenta, semi-rápida y rápida) implica costos significativos en equipos, adecuaciones eléctricas y contratos con operadores de energía.
Tiempo de recarga: Mientras un tanque de gasolina se llena en minutos, cargar una batería puede tomar desde 30 minutos hasta varias horas. Esto exige rediseñar los espacios de las estaciones de servicio para ofrecer experiencias complementarias a los usuarios mientras esperan.
Demanda incierta: Aunque el número de VE crece, aún representa una fracción pequeña del parque automotor nacional. Las gasolineras en Colombia deben decidir hasta qué punto invertir en infraestructura sin comprometer su rentabilidad.
Oportunidades en la transición energética
A pesar de los retos, la transición también abre un abanico de oportunidades para las estaciones de servicio y gasolineras en Colombia:
Diversificación de servicios: Las estaciones pueden convertirse en “hubs energéticos” que ofrezcan carga eléctrica, gas natural vehicular, hidrógeno verde y combustibles tradicionales.
Nuevos modelos de negocio: Ofrecer servicios de valor agregado durante el tiempo de carga, como cafeterías, coworking, tiendas de conveniencia y servicios digitales.
Alianzas estratégicas: Colaborar con empresas de energía, fabricantes de automóviles eléctricos y gobiernos locales para acelerar la expansión de la infraestructura de carga.
Sostenibilidad y reputación: Adoptar tecnologías limpias mejora la percepción pública y fortalece el compromiso empresarial con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Estaciones de carga en Colombia: avances y proyecciones
Actualmente, Colombia cuenta con más de 150 puntos de carga pública distribuidos principalmente en Bogotá, Medellín, Cali y la Costa Atlántica. Varias gasolineras en Colombia ya han incorporado cargadores eléctricos en sus instalaciones, un paso decisivo hacia la modernización.
El Gobierno Nacional, junto con empresas privadas, busca ampliar esta red, con la meta de instalar más estaciones de carga rápida en corredores estratégicos como la Ruta del Sol, la vía Bogotá–Medellín y los principales puertos del país. Estas iniciativas permitirán viajes interurbanos sin preocupaciones de autonomía, uno de los mayores temores de los usuarios de VE.
De cara a 2030, se espera que el número de estaciones de carga se multiplique, siguiendo la tendencia global. Este crecimiento dependerá de políticas públicas estables, incentivos a la inversión y la participación activa de las estaciones de servicio en Colombia en este proceso.
El papel del consumidor en esta transformación
La adopción de vehículos eléctricos también depende de la disposición de los consumidores a cambiar sus hábitos. Mientras que antes bastaba con localizar la gasolinera más cercana, ahora los usuarios deberán planificar sus recorridos considerando la ubicación y disponibilidad de estaciones de carga.
Las estaciones de servicio tienen la oportunidad de convertirse en aliadas de los consumidores, ofreciendo aplicaciones móviles que informen en tiempo real sobre la disponibilidad de cargadores, tarifas y tiempos de espera. Este nivel de digitalización será clave para garantizar una experiencia de usuario satisfactoria.
Conclusión
El futuro energético de Colombia está estrechamente ligado a la movilidad eléctrica y a la capacidad del país para modernizar su infraestructura. En este escenario, las estaciones de servicio en Colombia juegan un papel crucial: no desaparecerán, sino que deberán reinventarse para seguir siendo relevantes.
Las estaciones que logren adaptarse no solo sobrevivirán, sino que se convertirán en protagonistas de una nueva era energética. Integrar puntos de carga para vehículos eléctricos, diversificar servicios y apostar por modelos de negocio innovadores serán pasos indispensables para enfrentar el reto.
Colombia tiene la oportunidad de posicionarse como líder regional en movilidad sostenible, y el éxito dependerá de la colaboración entre el sector público, el privado y, por supuesto, los usuarios. Las estaciones de servicio y gasolineras en Colombia son el puente entre el presente fósil y el futuro eléctrico: la transición ya está en marcha, y su papel será determinante para que sea una historia de éxito.
Comentarios